¿Sabes cómo ha afectado el confinamiento a tu pericardio/corazón?
Durante el confinamiento y las situaciones paralelas que se han ido presentando, hemos vivido emociones intensas y abrumadoras, que en nos han colocado en una situación de vulnerabilidad e incertidumbre que no habíamos experimentado antes. La respuesta frente a esta insólita situación, la pérdida de libertad, el miedo y las limitaciones que imponía la situación, ha sido variada para cada cual, y el pericardio, como puerta de las emociones y protector del corazón, ha sido el órgano encargado de gestionar este “estado de alarma” en nuestros sistema energético y emocional.
Esta maravillosa y resistente membrana que envuelve, fija y protege al corazón, conforma una anatómica y fisiológica con este y ambos están conectados con todos los sistemas del cuerpo.
Energéticamente, tienen distintas funciones.
El corazón alberga el espíritu (Shen), y es el eje central a través del cual recibimos y expresamos la unión de las energías del Cielo y de la Tierra. Es quien expresa la Alegría, la compasión, quien sabe cómo dar y recibir amor.
Como protector del corazón, el pericardio se encarga de establecer los límites y fronteras entre nuestro mundo interno y nuestro mundo externo, y de recibir y contener las emociones demasiado intensas que podrían poner en peligro la función del corazón que es albergar y manifestar la chispa del espíritu (Shen) que se expresa de forma única e irrepetible en cada ser humano. También es quien decide cuánta vulnerabilidad estamos dispuestos a mostrar y qué situaciones (o personas) dejamos entrar en nuestra vida o no.
Cuando el pericardio, a cargo de la seguridad del corazón, trabaja en exceso, se estresa, se tensa demasiado, podemos llegar a sentir incluso presión o dolor en el pecho, y la consecuencia natural de esto es que disminuye nuestra capacidad de vincularnos con los demás.
Actualmente, las medidas de seguridad, la distancia social y el uso de guantes y/o mascarilla, han hecho que aún deseando encontrarnos con el otro, sintamos cierta contradicción y dificultades para hacerlo auténticamente, sin miedo, con “el corazón abierto” y disponible.
El pericardio, cumpliendo su función de guardaespaldas del corazón, se lo ha tomado muy en serio y ha cerrado fronteras. Actualmente la “huella” de la traumática experiencia colectiva que hemos vivido y que muchos todavía están viviendo, hace que se manifiesten ciertas dificultades para conciliar nuestro mundo interior con el mundo exterior.
Ahora nuestro pericardio necesita nuestra atención amorosa y compasiva para que recupere su fuelle, para vuelva a reconocer que es seguro relacionarse, que puede conectar y vincularse con y desde el Amor.
Experimentar la adversidad nos hace más resilientes y fuertes, nos ayuda a alinearnos con lo que importa y a afinar con nuestro auténtico propósito.
La liberación de pericardio nos libera de las corazas que le hemos impuesto a nuestro corazón y nos conecta de nuevo con la paz y la Alegría. También nos conecta con el cuerpo, y nos aporta discernimiento y claridad. Liberar nuestro pericardio nos recuerda quiénes somos, pues nos conecta con nuestra esencia, el espíritu del Amor que habita en el corazón, puede volver a reinar en nuestro mundo.
🌈 Entre el 15 y el 19 de junio estaré en Madrid dando tratamientos. Reserva tu cita en el tel. 660020310