Yolanda Espinosa

Empecé a practicar yoga en el 2011 buscando una manera de liberar la tensión de mi trabajo de entonces y el practicar ejercicio de una forma sana, y no imaginaba entonces que años después esta práctica y su enseñanza se habrían convertido en uno de los puntales fundamentales de mi vida: a través del estudio del yoga, del cuerpo humano y de su funcionamiento he podido experimentar como su práctica puede liberar tanto tensiones físicas como emocionales.

Mi primera clase de yoga la recibí de Eva Espeita y la recuerdo como si fuera hoy: unos años antes diagnosticaron a mi madre de un cáncer incurable dándole una esperanza de vida de apenas un año. Me prometí y me empeñé en pasar ese año con ella con la consciencia absoluta de que cada momento es único e irrepetible, un regalo precioso de inestimable valor. Fue un tiempo maravilloso que lamentablemente tocó a su fin cuando mi madre se despidió de nosotros y caí de nuevo en las trampas de la rutina diaria. Pero en esa primera clase empecé a recordar y vivir en el ahora, y comencé a profundizar en esta disciplina completamente convencida de que había encontrado mi lugar.

Para completar y ampliar mi formación asistí a diferentes seminarios, cursos de formación de Yoga  y retiros de especialización, explorando diversos métodos de trabajo corporal, técnicas de respiración, relajación, desarrollo de la atención y métodos de meditación.

En el 2014 por fin me embarqué en esta aventura de la enseñanza del  yoga teniendo la suerte de poder ejercerla en el 2018 junto a las maestras que me formaron, Eva y Marta Espeita en la que siempre consideraré mi escuela de referencia, “Aushadhi, Enseñanza Integral de Yoga”.

En mi practica personal del yoga descubrí la aplicación de los bandhas, llaves o cierres energéticos que al aplicarse estimulan la energía vital, contrayendo y relajando los músculos del abdomen y el periné. Para mí fue revelador descubrir como al activarlo mi práctica de yoga mejoraba en todos los aspectos, consiguiendo mayor fuerza, estabilidad, control y mucha más energía. Tras comprender el profundo sentido que tenía aplicar los bandhas decidí completar mi formación profundizando en los músculos abdominales y el suelo pélvico.

La práctica del yoga me ha ayudado no solo a mejorar la relación de mi cuerpo y mi mente de una forma saludable y armónica sino también a trazar un sendero entre la persona que soy y la que quiero ser. Somos un proceso cambiante, una obra que se renueva a si misma a cada instante, y esta práctica nos guía, como un arquitecto interior, a elegir los mejores materiales para ubicarlos en su justo lugar. Mi intención no es otra que ofrecerte lo que se me ha dado:

Como no puede ser de otra forma, nos convertimos en lo que hacemos.

Para hablarte un momento de mi formación, decirte que soy titulada como  Profesora de Yoga restaurativo y Ayurveda, por la Asociación Apyta Contando con el aval The World Yoga Alliance of Rishikesh, también titulada como Experto universitario en yoga terapéutico por la Universidad CEU  Cardenal Herrera con el aval de European Yoga Alliance y certificada oficialmente como   Instructora de Yoga por la Universidad Politécnica  Madrid. Asimismo he realizado cursos de especialización por Anatomía Para El Movimiento® Y Wellco Wellbeing del suelo pélvico y soy profesora certificada del método Periné en Movimiento de Blandine Calais Germain.

Información sobre las clases