«- ¿Sabes por qué los árboles huelen como huelen?, preguntó Murphy.
– ¿Por la salvia?, Logan trataba de adivinar, ¿la clorofila?
– Estrellas. Los árboles respiran la luz de las estrellas año tras año, y esta va profunda hasta sus huesos. Así que cuando tú cortas un árbol, estás oliendo cientos de años de luz acumulada. La luz estelar antigua que tomó millones de años en llegar hasta la Tierra. Esta es la razón por la que los árboles huelen tan bonito y antiguo.»
Frances O´Roark Dowell, «Where I´d like to be»

El segundo viernes de cada mes, con Noraya, indagamos en nuestra relación con el reino de las plantas (plantas, árboles, arbustos), y penetramos de formas distintas en el alma de los seres que conforman este reino, para descubrir de forma personal y única cuál es su medicina, qué es lo que nos quieren enseñar y cómo nos pueden ayudar en los procesos vitales que necesariamente atravesamos ciclo a ciclo. Trabajaremos con una planta y su medicina cada mes.

Existe en el alma verde de las plantas (y arbustos y árboles) una inmensa sabiduría ancestral (no en vano las plantas habitaban este planeta mucho antes que los humanos) y un amor inherente, cuyo espíritu esencial es el DAR (incondicionalmente), y que puede apoyar de forma sutil, agradable y profunda nuestro camino hacia la conciencia y la transformación.

Durante dos horas de trabajo trabajamos con nuestras emociones y aquellos espacios interiores donde necesitamos claridad y sanación. Una parte del trabajo consiste en viajar hacia los territorios del alma verde de las plantas. Para acercarnos a su mundo, utilizaremos la maraca, el tambor o los cuencos y el trabajo con la voz, para acceder a estados más profundos de conciencia y poder conectar con el espíritu de las plantas que habita los reinos sutiles. Cada viernes trabajaremos con una planta, árbol o arbusto diferente a través de su aceite esencial. Meditaremos con ella y recibiremos su mensaje.

Estos encuentros enriquecen de una forma única a ambos lados y nos abren el corazón. Las plantas son seres con una inteligencia y sensibilidad parecidas a las nuestras pero muy desarrolladas en algunos aspectos que nosotros parecemos haber olvidado.

«El vínculo entre el olfato y las emociones es muy profundo. El aroma de una aceite esencial, penetra directamente en la parte más primaria del cerebro, sistema límbico, relacionado con nuestra mente primitiva, la parte del cerebro que algunos llaman el “cerebro emocional”. Según Robbie Zeck*, los estudios han demostrado que existe una relación directa entre el sistema límbico y el corazón, y que este tiene su propia inteligencia. “El corazón responde a los mensajes del cerebro emocional y los devuelve para obtener las respuestas apropiadas. Cuando la vía entre el corazón y el cerebro está despejada, se reduce nuestra resistencia a los cambios, lo cual favorece el camino hacia la unidad. La cualidad sutil de un aceite esencial puede penetrar en un área de nuestra conciencia que ha quedado cerrada, permitiéndonos contemplar la situación desde una perspectiva distinta.”
Así es como los espíritus de las plantas nos pueden ayudar a conectar con nuestro corazón y a despejar los caminos que nos llevan a vivir de una forma más libre y auténtica.» (extraído del artículo Liberación de Pericardio y aceites esenciales, un camino a la transformación, de Noraya Kalam)

Ven y descubre las cualidades sanadoras y mágicas de la planta con la que trabajaremos el próximo viernes.

«Cuando olemos el perfume de una flor, estamos oliendo su mensaje»  (Stefano Mancuso)