AIR

¿Qué es?

Se trata de un proceso por el cual se activa el “modo mantenimiento” permitiendo que la sabiduría de nuestro organismo inicie una depuración profunda y comience a reparar todos los sistemas del cuerpo. Sabemos que tanto el instinto humano como el de los animales nos lleva a ayunar cuando enfermamos…

El ser humano no ha sido diseñado para comer de la manera que hace actualmente, bajo demanda e ingiriendo más de lo que necesita. Las tribus primitivas tenían suerte si podían comer dos veces por semana, cosa que también sucede hoy día con los animales salvajes.

Cuando ingerimos alimentos, toda la energía se destina al proceso de digestión, impidiendo que el deseado “modo de mantenimiento” se inicie. Como comemos al menos tres veces al día, se acumulan las tareas de restauración pendientes que se traducen en falta de vitalidad, sobrepeso, hipertensión y un largo etcétera y ese mantenimiento nunca se llega a producir.

¿En qué se diferencia de un ayuno tradicional?

Este proceso se inicia a través de una activación energética que nos induce a ayunar sin esfuerzo, pues se pierde inmediatamente el apetito y la ansiedad. Como efecto secundario, se produce una pérdida de peso, una purga emocional y una limpieza generalizada. Mientras que un ayuno al uso nos debilita (como en una huelga de hambre), en este sistema cada vez nos sentimos con más vitalidad y energía, es más, se recomienda caminar diariamente para forzarnos a respirar y continuar nuestra vida ordinaria, realizando incluso nuestras actividades cotidianas.

¿A quién va dirigido?

Es importante que quien quiera realizar el ayuno, lo tenga perfectamente meditado y lo haga por voluntad propia, no porque se lo exijan familiares, amigos, etc.

  • A cualquier persona que quiera mejorar su estado general de salud.

  • A quien se encuentre en un momento importante de cambios en su vida y quiera “resetearse” y comenzar de cero.

  • A quien se encuentre en una búsqueda espiritual y desee alcanzar una nueva dimensión en su autoconocimiento.

  • A quien padezca ansiedad y quiera liberarse de ella.

  • A quien tenga sobrepeso y simplemente necesite adelgazar, por el motivo que sea.

  • A quien sufra alguna adicción (como el tabaco) y quiera salir de ese círculo vicioso.

Descripción del proceso

Tras la activación energética que induce al ayuno, la cual dura pocos minutos, se cierra el estómago y se comienza a obtener energía a través de la respiración, lo que se conoce como prana. De ahí que sea necesario caminar diariamente, para cargarnos de energía.

Durante los tres primeros días, se produce la desintoxicación más potente, la orina se vuelve oscura y densa, tanto que se sedimenta en el fondo del inodoro sin mezclarse con el agua, y las heces más pestilentes que de costumbre. Es común sentirse más cansado en este periodo, de hecho suele ser la etapa más difícil de todas, pero cada individuo es diferente y no se puede generalizar del todo.

Al principio tenemos la inercia que nos hace pensar en comida a la hora en que normalmente nos alimentamos, sintiendo movimiento en el estómago, pero si nos paramos a sentir, descubrimos que en realidad no tenemos hambre sino ganas de comer.

Tras estos primeros días, comienza el proceso de reparación. Si tenemos lesiones, es probable que estas se activen y sintamos dolor como señal de que están comenzando a mejorar. Lo mismo puede suceder si normalmente tenemos dolores de cabeza, acentuándose unos días para terminar remitiendo.

Tras una semana aproximadamente, nos empezamos a olvidar por completo de la comida, a sentir mayor energía y nuestro estado de ánimo se vuelve calmado y optimista.

Muchas personas aseguran que alcanzan un estado de estar presentes en el “aquí y ahora”.

Al principio, la pérdida de peso puede llegar a una media de un kilo diario, que poco a poco empieza a reducirse hasta que nos acercamos a nuestro peso ideal y a estabilizarse.

Documentación importante para iniciar el proceso AIR